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El Peñol estrena Casa Patas Arriba

Todos los destinos que solían ser emblemáticos para las fotografías ya han sido capturados. Las playas, atardeceres, montañas, cascadas, la luna, gimnasios, estadios, iglesias, restaurantes, calles adoquinadas, antiguas residencias, zonas marginales, tiendas de lujo, los grafitis de la comuna 13, la piedra de El Peñol, la cumbre de Monserrate, Machu Picchu, la Torre Eiffel, la Capilla Sixtina, los micos de Amazonas, las góndolas de Venecia, ya todo ha sido cubierto, desde cada ángulo y en cada luz posible.

Quizás esta sea la razón por la cual los jóvenes de 14 años, ya no publican fotos en Instagram. ¿Para qué? ¿Si es esencialmente la misma foto que todos los demás tienen? Como si fuera poco, la competencia por capturar la mejor fotografía puede ser tan intensa que algunas personas incluso hacen una pausa en sus lágrimas solo para tomarse un selfie. ¿Cómo competir con eso?

De hecho, este frenesí por conseguir la nueva mejor imagen ha motivado acciones insólitas, como entrar voluntariamente a una bañera llena de hielo, o construir casas al revés, como la que se inaugurará la próxima semana en El Peñol.

La casa es literalmente al revés. Las tejas de barro se encuentran en el suelo y el inodoro está pegado al techo. En su interior, las luces están casi al ras del suelo y las ventanas a la altura de las rodillas. Esta peculiar residencia, construida sobre un terreno de 86 metros cuadrados y de dos pisos, se ubica a la vera de la carretera entre Marinilla y El Peñol, a dos horas en coche desde Medellín.

Desde lejos, resulta imposible ignorar su intensa coloración azul, como el mar caribeño, mientras que en su interior los colores son vivaces: rojo, rosado, amarillo, verde. Los colores los escogieron Astrid y Alexandra, las dueñas de Atypical House, la nueva atracción turística del Oriente antioqueño.

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