Empresas y consumidores en México y Canadá refuerzan apoyo a marcas locales tras amenaza de aranceles de Trump.
Las recientes amenazas arancelarias impuestas por el gobierno de Donald Trump han generado un fuerte impacto en los mercados de México y Canadá, donde consumidores y empresas han tomado medidas para fortalecer la economía local. A pesar de que la aplicación del arancel del 25 % a productos mexicanos ha sido aplazada por un mes, los sectores productivos ya han comenzado a reaccionar.
Los mercados financieros también sintieron el golpe. Este lunes, las bolsas mundiales amanecieron con caídas significativas: los futuros del S&P 500 retrocedieron un 1,4 %, el Nasdaq perdió 1,6 %, y el índice Russell 2000, que agrupa pequeñas capitalizaciones, cayó un 2,3 %. Empresas automotrices y tecnológicas europeas también sufrieron pérdidas superiores al 3 %.
Canadá restringe importaciones estadounidenses
En Canadá, las reacciones no se hicieron esperar. La provincia de Ontario anunció que la cadena de licorerías LCBO dejará de vender productos alcohólicos de origen estadounidense. Otras provincias como Columbia Británica, Quebec, Nueva Escocia y Terranova y Labrador han implementado restricciones similares.
Doug Ford, primer ministro de Ontario, también canceló un contrato de 100 millones de dólares canadienses con Starlink, la empresa de Elon Musk. «Ontario no hará negocios con personas empeñadas en destruir nuestra economía», declaró.
Las empresas refuerzan apoyo a la producción local
El sector empresarial también ha reaccionado con estrategias de fortalecimiento del mercado interno. En Canadá, supermercados han etiquetado productos con el sello «Hecho en Canadá» para fomentar su consumo. El propio primer ministro Justin Trudeau llamó a la población a elegir bienes nacionales.
En México, se ha viralizado una campaña en redes sociales promoviendo marcas locales como Alpura, La Costeña, D’Gari y Lala. Ejecutivos de la industria alimentaria y manufacturera han expresado su compromiso con el desarrollo de proveedores nacionales para reducir la dependencia de insumos estadounidenses.
Mientras se espera la definición de las medidas arancelarias, empresarios y consumidores han dejado claro su rechazo al proteccionismo de Trump, apostando por fortalecer el comercio interno y reducir la dependencia de importaciones.
