El Vaticano revela las últimas horas del Papa Francisco: “Gracias por devolverme a la Plaza”, sus palabras finales
El Vaticano ha compartido nuevos detalles sobre los momentos finales del Papa Francisco, quien falleció la mañana del lunes 21 de abril en su residencia en la Casa Santa Marta. A sus 88 años, el pontífice argentino murió en paz, según confirmó el comunicado oficial.
“Cansado pero feliz”: así vivió su último día
El Papa Francisco pasó su último día con serenidad tras su participación en la tradicional bendición urbi et orbi durante el Domingo de Resurrección, donde se presentó ante unos 50.000 fieles en la Plaza de San Pedro, en una emotiva aparición pública desde el balcón de la Basílica.
“Gracias por devolverme a la Plaza”, le dijo a su enfermero y asistente personal, Massimiliano Strappetti, en referencia a su salida en el papamóvil, primera desde su hospitalización en marzo. El gesto fue calificado por el Vaticano como “una muestra de fortaleza y dedicación pastoral”.
Una muerte rápida y sin sufrimiento, según el Vaticano
El lunes, hacia las 5:30 a.m. (hora local), comenzaron los primeros signos de malestar. A pesar de la atención médica inmediata, el Papa entró en coma poco después y falleció a las 7:35 a.m. en su habitación, según la Santa Sede.
La causa oficial de muerte fue un ictus cerebral que derivó en un colapso cardiocirculatorio irreversible, de acuerdo con el acta de defunción.
El legado espiritual del Papa Francisco
Antes de su muerte, el pontífice mantuvo un encuentro privado con el vicepresidente de EE. UU., JD Vance, y ofreció su mensaje de Pascua con llamados a la paz mundial, destacando su preocupación por los conflictos en Gaza y el bienestar de los pueblos afectados.
En una entrevista en 2023, Jorge Mario Bergoglio expresó no temer a la muerte, aunque pidió a Dios poder “verla venir”. Para él, el momento final debía ser consciente, sin sufrimiento prolongado, con esperanza en un “encuentro con Dios”.
Funeral y últimas voluntades
El cardenal Kevin Joseph Farrell, camarlengo del Vaticano, fue el encargado de anunciar oficialmente la muerte: “El Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre”. Como lo había solicitado, su funeral no se celebrará en la Basílica de San Pedro, sino en la Basílica de Santa María la Mayor, templo al que acudía con frecuencia.