¿Blanco o marrón? Descubre cuál es el mejor huevo de gallina

La elección del huevo de gallina puede generar dudas, especialmente en relación a su color. Muchos mitos rodean la elección de este alimento tan presente en nuestra dieta diaria. En las estanterías del supermercado, nos encontramos con una amplia variedad de tamaños y colores, pero ¿cuál es el mejor huevo de gallina?

La realidad es que, a pesar de las creencias populares, el color del huevo de gallina no influye en su sabor, calidad o valor nutricional. La pigmentación de la cáscara es un proceso independiente al de su contenido interno, y puede variar dependiendo de la raza de la gallina. Por lo general, las gallinas de raza roja suelen poner huevos amarronados, mientras que las gallinas más claras ponen huevos de color blanco. No obstante, la alimentación del ave no influye en la tonalidad del huevo.

El valor nutricional de los huevos es el mismo, independientemente de su color. Los valores de colesterol, calorías y proteínas son iguales en cada huevo. La única excepción por la que algunos de estos valores pueden cambiar es por el tamaño, ya que un huevo más grande tendrá más calorías y proteínas que uno pequeño.

Los huevos toman su color a medida que viajan por el oviducto de la gallina, que es el órgano que conecta el ovario del ave con la cloaca, por donde sale el huevo. La cáscara se forma en el útero, en la llamada glándula cascarógena, y casi al final del proceso se libera un pigmento que la colorea. Cuando hay altas concentraciones de esta sustancia, llamada ovoporfirina, se obtienen huevos marrones.

En cuanto al grosor de la cáscara, este está determinado por la cantidad de tiempo que pasa el huevo en el útero y la tasa de deposición de calcio durante su formación. No es cierto que los huevos marrones tengan una cáscara más gruesa, ya que esto depende de la raza, la edad o el estrés del ave.

Por otro lado, existen gallinas que producen huevos azules o verdosos debido a la producción de un pigmento llamado biliverdina. La gallina araucana, originaria de Chile, Perú y Ecuador, es una raza única que produce huevos de este color. Al parecer, hace más de cinco siglos un virus infectó a esta especie de gallinas y provocó una mutación genética que hizo que se incremente este pigmento.

En conclusión, el sabor, calidad y valor nutricional del huevo de gallina no depende de su color. La elección dependerá únicamente del gusto personal y de la disponibilidad en el mercado.